viernes, 17 de junio de 2011

Texto sobre la actual revuelta estudiantil (x Nucleo de Agitacion Comunista / Comite de la Imaginacion)

“Queremos educación gratuita”. Un grito desgarrador motiva la creación. ¿Queréis educación gratuita?, ¿Queréis que la universidad sea apta para tod@s? Pues abrid las puertas y educad a quien desee adquirir conocimientos, porque la educación no será mejorada por el Estado, sino por nosotr@s mism@s. Nada del Estado !!!!

¿Qué es lo que queremos?
“El Perro de Fry”, gritan 3 personas
¿Cuándo lo queremos?
“El perro de Fry”, vuelven a gritar.

Movilización y Lucha

Manifestarse democráticamente. Expresarse en Orden. Aislar a los violentistas. Sentarse a dialogar. “Conversemos pero ustedes vuelvan a la normalidad primero” pide el Poder. Y la masa parece quedar confundida, sin saber qué hacer, esperando acatar la orden que su organización, federación o centro de alumnos diga. La hinchada espera afuera. Los representantes hablaran y dirán algo mejor que nosotros, aunque lo que dicen se supone es lo que queremos que digan.  Victoria! Se consiguió lo que creíamos imposible!  Ahora de vuelta a clases. La presión sirvió.

El “estudiante movilizado” no escapa de su rol sumiso y obediente.  Las energías físicas y psíquicas siguen enclaustradas dentro del espectáculo: caminamos haciendo que marchamos y ocupamos las “anchas alamedas”. Simplemente participamos en la falsificación de la vida. Consignas, gritos y pancartas.  Lo dramático no es la reafirmación de la cotidianeidad alienante con actividades que se repiten una y otra vez sin servir de nada, lo dramático no es  la exigencia a un sistema social que todo lo convierte en mercancía, lo realmente dramático está en la completa no-intervención que acarrea toda movilización.

El “estudiante movilizado” es el estudiante que es movido de un punto a otro sin que se salga de su línea. Baja la cabeza a los parámetros que el poder  impone en su actuar, le teme a que una mínima acción fuera de lo programado lo haga aparecer en Tv como vándalo.  Cuando levanta la cabeza es para aplaudir al líder. Aplaudir cuando a los “infiltrados” los detienen y la policía los apalean. Al alcalde se le respeta. Al presidente se le respeta. Al carabinero también. Y por sobre todo, a esa realidad de la cual somos parte, que producimos pero que no controlamos, que nos controla. A ella se le respeta aun más.

El estudiante movilizado es necesario para la democracia. Pide mas Estado, pone el ojo ahí donde el Capital no había mirado. El ser despreciable que es el “estudiante” no se da cuenta que solo está en una posición transitoria dentro de las relaciones sociales, y que su condición primera es la de ser el portador de la nueva ciencia y tecnología para el perfeccionamiento del sistema capitalista espectacular de explotación al cual se ve el mismo sometido en estos momentos. Sueña con escapar de los índices de pobreza, se ilusiona con la bendición de su carrera estudiantil. No quiere ser como sus padres.
Seguir caminando y pidiendo la vuelta a un Estado “buena onda” solo nos debilita.  El problema de la educación, como el de los demás sectores, no es parcial, es un conflicto total.  Dialoguemos, nos dicen. Conseguimos algo, nos alegan. Peor es mascar lauchas. Pero luego otros tendrán la misma problemática. Y así se repetirá. Porque así funciona el capitalismo: lo que hay debe ser convertido en mercancía, lo que existe debe ser intercambiado por dinero. No hay límite a la ganancia.
 Si no enfocamos la problemática desde la raíz, RADICALMENTE, solo cooperamos en mantener la misma mierda reproduciéndose en nuestra existencia como su alcantarilla.

El estudiante se moviliza pero no lucha. Cada expresión que interrumpe la pasividad que representa nuestra propia actividad como algo ajeno en lo cual solo nos vale encajar, cada crítica hacia ese orden del capital, hacia la expresión práctica del capital (su democracia y métodos para mantenernos sumisos) es la mecha para transformar la movilización en LUCHA (DE CLASES).  Encontrándonos ante la verdadera cara del Estado/Capital se nos acaban las ganas de dialogar, de conversar. Somos sus enemigos. Cuando no hacemos lo que ellos desean, nos apalean. ¿Y cuando pretendemos imponer nuestras necesidades a este mundo que construimos? Aceptamos su dialogo y nos conformamos con migajas.

Aquellos que al mirar este mundo solo ven algo ajeno a sí mismos, que ven una realidad despojada de nuestro control, que se nutre de nosotros hasta en el mas mínimo gesto para proyectar una visión mística de si (el mejor de los mundos posibles, no hay nada que hacer, siempre las cosas fueron así) que desprecian la cotidianeidad que nos envuelve y arroja a la pasividad decadente…esas fuerzas presentes o “minorías” como algunos llaman, ahí está el motor de una revuelta que crea el mismo sistema. La problemática de la educación como de varias otras necesidades requiere empezar por un actuar que en la misma practica crea la situación consciente  de que quienes producen esta realidad somos nosotros.  Recuperamos la  capacidad de que NO estamos  exigiendo algo “democráticamente” y lo conseguimos, sino que para más bien queremos algo y lo obtenemos.

 Donde las cosas que nos dicen “es de todos” no es nada más que un elemento del Estado/capital para mantener su orden;  Sigue siendo un partícipe positivo en la falsificación de la vida, sigue siendo el producto en desarrollo a manos del estado y queda reflejado en sus movilizaciones. Es la fiel representación de una mente alienada sin iniciativa y dependiente del estado, no escapa a los límites impuestos, no ve más allá de ellos porque su rol ha sido desarrollado de esa manera y por lo tanto no tiene soluciones que no incluyan a la familia que lo educa, el capitalismo.
“Estudios públicos para tod@s”. Es el título del actual espectáculo, una pseudo rebelión contra el estado que a través de marchas y cánticos intenta combatir, mientras tanto… Los espacios se siguen desperdiciando.

LA SITUACIÓN ES BASTANTE SENCILLA Y PREVISIBLE. ¿TODAVÍA SEGUIRÁS ESPERANDO EL CAMBIO?
Hermanas y Hermanos de Clase: Somos Proletarios, No estudiantes.

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