Victor : Oriol Solé Sugranyes Montes : Ignasi solé Sugranyes Metge : Salvador Puig Antich Sebas : Jean Marc Rouillan Sancho : Jordi Solé Sugranyes
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Oriol y otros compañeros
Conocí a Oriol Sole el año 1970, me refugié en Toulouse de Llenguadoc, pues me había librado de la mili por inútil total, un trapicheo con un compañero médico, alegando que tenía una lesión en la parte sacra y que me impedía hacer esfuerzos y que me provocaba que me meara en la cama, un mal hueso en la espalda. De aquella gente no quería ni oír hablar.
Me aburría el ambiente de la época y además estaba involucrado, indirectamente, en el descalabro de la infraestructura propagandística de los C.H.E.-C.H.O[1]. Compartía piso en l’Hospitalet con L., un compañero de mi pueblo. A él se le ocurrió la brillante idea de montar una vietnamita[2] en el mismo piso donde vivíamos. Me marché de dicho piso y me fui con otros compañeros a Barcelona al saberlo, pero quedó una carta que me dirigió la organización de maestros Rosa Sensat, en la cual asistia a cursos para educadores, mientras yo vivía allí. A él lo pillaron porque debajo vivía una guardia civil y sospechó de los movimientos y ruidos que había en la casa. Y a mí me buscaban.
Al acabar el curso escolar el mes de junio, y mi trabajo en la escuela Graziella, donde trabajaba, en Horta en la calle de Dante, me marché y me refugié momentáneamente en Cadaqués en casa de un amigo pintor de telas, un artista vaya !, gallego, un amigo del compañero del piso que compartíamos en Barcelona, en la calle Modolell ... En Cadaqués conocí a Michel Bertrand, profesor de psicología en la Universidad de Mirail en Toulouse, que me propuso estudiar francés en la universidad de Toulose.
Mientras tanto trabajaba. Me pasé el verano pinchando discos en Les Arrels, un bar musical a media montaña, ponían buena música, la patrona me dio trabajo, primero a servir copas y cuando despidió la disc-jockey, me metió a mí, que no tenía ni idea, pero gracias a que la chica era muy entendida en música, me había dejado la herencia de marcar los discos con adhesivos de colores por géneros, y así podía identificarlos, e ir tirando ...
Sólo llegar a Toulouse me presentaron a Oriol que era refugiado allí y me acogió en su vivienda del barrio de las Arenas. Vivía en un HLM para inmigrantes. Él trabajaba de repartidor de leche y periodicos, por la mañana, a primera hora, y mas tarde en una imprenta, creo.
Me matriculé como estudiante de francés en la Universidad y con eso obtuve permiso de residencia. Era legal. Con Oriol hablábamos de ideología, su obsesión, la lucha ideológica. Escuchábamos música en casa de unos vecinos franceses, profesores, Mamas & the Papas y otras tendencias musicales de la época.
Poco a poco me fue introducido en otros ambientes de la ciudad. Entre ellos había Michel L. de la ciudad de Pau, estudiante de sociologia e historia, en aquella época de tendencias libertarías, lo ultimo que supe de él después de vernos fugazmente el año 1977 era que trabajaba de profesor en las colonias en la Martinica, creo, con él frecuentábamos el Arsenal, el campus universitario en el centro de Toulouse donde coincidíamos con otros estudiantes como Vicente Sánchez, un manchego, intelectual con ideología obrerista, y con JM Rouillan, muy joven, entonces y un bromista, que disfrutaba del momento y que quería quemarlo todo.
Un día me dio a probar un LSD, que yo ignoraba lo qué era, y me lo tomé ... un viaje, contemplativo, de ocho horas, bajo un árbol en el campus ... viví, la sensación del momento, de pasar la vida y el tiempo .....
En aquella época en el campus se estaban preparando actos, que después fueron violentos, en protesta por los juicios de Burgos.
Otra mili... estábamos en el Arsenal. Allí había la ciudad universitaria, donde se cuecen todos los barullos, donde se confabula, donde se montan todas las jaranas, donde se preparan las fiestas. Las booms, como las llamaban. Había gente de orden y gente con ganas de juerga, inquieta e impaciente para cambiar de un día para el otro el curso del mundo. Se cocían, ideas y las ideologías tomaban cuerpo.
Y yo allí viviendo el día a día, absorbiendo ; Rosa Luxembourg, la república de Weimar, la 3ª internacional, la revolución cultural, la oposición al franquismo, el guevarismo. Tomando conciencia por donde iba el mundo. Mientras asistía en la Universidad a clases de francés.
Pudimos ver, en las informaciones cotidianas y con normalidad, en la TV, y en los periodicos como en Chile ganaba la voluntad popular y como Allende se convertía en presidente.
Pensaba que era tiempo ganado, pensaba que mis compañeros de promoción se estaban jodiendo en Ceuta, que era donde me habría tocado si no hubiera nadado y guardado la ropa. Si no hubiera alegado, para que me declararan ; inútil total. Hacía otra mili. Entretanto un grupito miraba hacia la península y se definía. Una base de divulgación de ideas, y como infraestructura para dar soporte al "interior". El grupo "exterior" de "nuestra clase" un equipo autónomo de las cc.oo. "oficiales". Lo formaban de 6 a 7 personas, y otros colaboradores necesarios ; correos y logísticos. La finalidad ; montar una infraestructura, una imprenta y editar, transportar y distribuir el material editado. El diccionario "nuestra clase" [3] ; una publicación tamaño din-A5 con sobrecubierta cartulina de color verde claro. Dónde se explicaba qué había que hacer en caso de detención, de cómo preparar las asambleas, como autodefenderse ... dirigida a los miembros de las organizaciones, clandestinas en aquel momento...
Maurice Serrault... Estábamos en el apartamento, en el HLM. Los vecinos, eran una familia de inmigrantes españoles, que se preguntaba qué carajo hacían aquel grupo que vivían en un apartamento tan sobreexplotado como el de ellos. Un piso como cualquiera, pero de estudiantes, donde había follón, donde pasaban muchos barbudos, y de vez en cuando algún personaje no habitual, como Montes. Tenía gracia que en la maleta llevara dos botellas de brandy. Ellos, Victor y Montes, hablaban horas y horas de sus cosas, encerrados en una habitación. A Michel L. y a mi, nos gustaba menudear por el café Flo, que había en la place de la Mairie, al lado de Saint Sernin, la Catedral roja, por los ladrillos, de Toulouse. Una vez mientras charlábamos, pasaron unos conocidos de mi pueblo y me preguntaron que hacía yo allí ? Y les contesté con la misma pregunta. Pim y Teresa. Él era uno de los dirigentes del escultismo local en la época y ella había sido mi Akela, la jefa de los llops, todo quedaba en familia.
En una misión fui hasta Saint Jean de Luz, me habían dejado un vehículo, un Morris MG, de Albareda, un estudiante de ingeniería Aeronáutica, me parece, con el cual nos veiamos a menudo por los restaurantes del campus, era amigo personal de Oriol. Contacté en una dirección que se me había dado y tenía que decir como contraseña ; Oropèndola, era como se hacía conocer Oriol con la gente de Euskadi, me acompañaba un miembro de la L.C., miembro del Secours Rouge, íbamos a buscar un documento dirigido a la inmigración trabajadora española, para dar apoyo a los presos del proceso de Burgos, que el régimen franquista pretendía ejecutar. Después de 6 horas de espera encerrados en una habitación nos entregaron el documento en cuestión y al volver a Toulouse, como no teníamos ni cinco y se nos acabó la gasolina, paramos y tuvimos que chupar de algún depósito. Tuve que beber mucha agua, porque me había tragado un trago de gasofa y me encontraba muy mal. Llegamos, ahora conduce tú, ahora yo. Del mencionado manifiesto hicimos multitud de copias, las repartimos a todos los grupos de apoyo y el original lo enganchamos a la puerta de entrada, en el cristal del restaurante del campus ; el Arsenal. Otro paquete de comunicados lo llevamos a la parroquia española allí, "Carlos", el cura, como quería que le llamásemos, y que colaboraba con nosotros. Se había prestado algunas veces para utilizar sus despachos, en donde él estaba presente en algunas reuniones. Antes del acto público de rechazo a las ejecuciones, que se había organizado dentro de la iglesia, el mismo Carlos los distribuyó a todo el mundo que asistió.
Recuerdo que días antes de las ejecuciones, unos cuantos asaltaron el consulado español y lo dejaron hecho añicos, aquel día los CRS, retrocedieron, demasiados cóckteles volaban por encima e iban a parar directamente a las oficinas. No había vivido, ni visto nunca, lo que es una batalla de calle, el olor a gasolina cuando quema, el fuego y la tensión en el cuerpo por los acontecimientos. Con una vez tuve bastante. Me fui, cuando todavía no habían llegado los bomberos, se oían las sirenas, era de noche y tenía miedo, estaba excitado y aterrado.
Soy estudiante de francés. Estudio francés eso me permite cubrirme las espaldas. Tener una cierta libertad de movimientos y pasar desapercibido
Al equipo exterior nuestra clase, lo formabamos por los alrededores del mes de enero del 71 Rafael, un chico que trabajaba en la construcción, Sebas, que por cierto le puse yo este alias al volver de un viaje a Donostia, Vicente Sánchez, alias Bermejo, Jean Michel L, estudiante, Ollé, Oriol (Víctor), y Torres que aquel día me parece que no estaba presente. En esa reunión se hablo de la lucha ideològica. Que deberiamos llegar a ser 1000 y cuando eso fuera posible, podriamos hacer la revolución.
Habíamos pasado el fin de año en una celebración en la parroquia española de Toulouse, con Carlos, el sobrenombre de acción del cura que nos daba apoyo. La noche del 31 de diciembre al 1 de enero de 1971 una vez acabada la misa del gallo y mientras la gente se marchaba Oriol se puso a cantar la internacional. A mí, me patinaban los himnos y me quedé en silencio, por respeto a los asistentes y perplejo por que a mí no me ligaba una cosa con la otra, ni la religión ni la política eran santos de mi devoción además en aquella época no conocia la letra ...
En el apartamento, en el barrio de las Arenas en Maurice Serrault, menudeaban gente de la G.P. (gauche prolaterienne) maoístas y en particular la Glue, (la cola) el sobrenombre de D. porque siempre se enganchaba a nosotros, venía a menudo en son, más de amistad que de discutir, el nombre real lo averigüé unos 6 años más tarde cuando nos encontramos en Perpinyà durante una estancia de unos meses. Un día después de la visita del "pechos" y dos compañeros más, en una breve visita, me dan una pipa y acto seguido, sin pensármelo envuelvo la chatarra en un trapo y la escondo entre las conducciones de agua, en una apertura que había en el muro para inspeccionar las cañerías, todavía debe estar allí ! Por aquellos días tuvo lugar una acción conjunta con los vascos, en el SPS, la acción resultó un fracaso en sí. Una mujer resulto herida. Oriol estaba desconcertado y nervioso, porque a alguien se le habia escapado un tiro.
A finales de marzo de 1971 vuelvo a Barcelona, me reúno con Montes del equipo interior, y ¿Iñaki ? Por aquel entonces vivían en la calle Consell de cent, o Casp. El lugar de encuentro era al mediodía en el restaurante universitario de Pedralbes, el controlador de los tikets era el propio Iñaki, nos pasaba los tikets y comiamos gratis.
A finales de primavera o en verano estoy en Perpinyà antes del juicio de Oriol, me han presentado gente, Felip y otros pero que no recuerdo quiénes eran, A Oriol lo habían detenido dos meses atrás poco tiempo después de marcharme de Toulouse, a causa de la expropiación de una imprenta. Previamente se había preparado una fuga de la prisión, pero no nos habiamos coordinado nada bien. Oriol habia salido antes y se refugió en Sant Miquel de Cuixà.
En Barcelona por aquel entonces vivo en casa Montse M, y Pep P, y una compañera alemana.
Con Sancho en verano, en la calle Balmes vaciamos una oficina de un gabinete de no se qué, metemos todo el material de oficina en petates, sacos del ejercito, y como no hay nadie esperándonos me lo cargo a la espalda y voy a casa de unos conocidos que vivia cerca de allí, que por suerte se encontraban allí en aquellos momentos. Su reacción fue preguntarme de dónde había sacado aquel saco, no se veía nada, pero sospechaban. Creo que les dije que me lo habían pasado para guardarlo, que me marcharía acto seguido cuando averiguara dónde estaba la persona con quien tenía que contactar, entonces, todavía se pusieron más nerviosos, y allí esperé hasta que horas más tarde y me recogen el material. Cuando aparece Montes con un coche en una esquina del eixample, hoy dia ya se cuáles son los motivos de la acción, montar la ifraestructura para el equipo teorico, pero aquel día lo desconocía.
Era crítico y veía claro que si no ensayábamos antes todos los movimientos no iríamos muy lejos, me decía que se tiene que ser más profesional y poder hacer una vida más normal, no estar liberados, tener un trabajo, que nos permitiera poder hacer acciones y a la vez aparentar una vida normal y así hacernos invisibles. Me parecía que llevábamos escrito en la cara lo que estábamos haciendo. A veces pienso que eso, cuando menos, se huele.
Ya a finales de verano me fui a Eivissa, en aquel momento, allí tiene lugar un congreso de diseño, el ICSID. Los inflables del Puntí. Allí me he encontrado a Cesc con unos bongos y un amigo periodista que me hacia la siguiente reflexión ; estás reconvirtiendo la acción hacia la recreación artística. Empiezo a pensar seriamente en dejarlo todo y ponerme a hacer bellas artes o estudiar diseño. Cambiar la energía que gasto, hacia la expresión, que es un terreno que conozco un poco mejor y me siento más cómodo. Tengo dudas. Me siento rebelde, esta actitud tan de dentro no me dejará en la vida, pero siento que ya no quiero estar en la vanguardia de nada, de la liberación de no se qué, porqué no tenia nada claro. Me daba pánico, estar en víspera. Me aburria la acción que no veia donde me llevaba. Queria disfrutar de la vida, no queria, pasar más miedos, quizás fuera un cobarde, un desertor, pero para mi ya era suficiente.
A finales de diciembre me voy a Paris, y allí me encuentro con Lluís F. que vive y estudia ciencias políticas en la Sorbona, vive comodamente, se pasea con un Fiat-esport con matrícula turística. Me presenta a sus compañeros de piso, un egiptólogo de Barcelona y una compañera estudiante que tenia el mismo estatus que yo, estudiante de francés.
Pasado el fin de año me fui a Londres con Lluís F, que aprovecha las vacaciones para ir a visitar a su hermana que en aquellos momentos residia allí. Me diron permiso de residencia de tres meses, Lluís me había prestado un poco de dinero, para el caso de que me lo pidieran. Pasados los "customs", se lo devolví, me hospedé en una habitación que me facilitó Montse M., la compañera que me habia alojado junto a Pep en Barcelona, que desde septiembre se había trasladado a vivir a Londres. En 15 días encontré otro alojamiento y un trabajo temporal, en la cantina de la central del "Post Officce", trabajaba por la mañana y estudiaba inglés por las tardes. Residia en Londres.
El trabajo por prestación de servicios siempre ha funcionado, me daba el trabajo a una mujer que hacía de agencia de trabajo temporal, todo el mundo sabía que los estudiantes no comunitarios no podíamos trabajar, pero estaba tolerado, esta práctica siempre ha existido. Al Igual que vivir de squater, venían los bobby’s te informaban que estabas viviendo en una casa sin permiso, te daban una notificación y te tenías que presentar delante del juez el día que te lo notificaban, en el mismo domicilio donde te habían pillado de ocupa. Pagabas el “impuesto”, importe, de la sanción que siempre era infinitamente inferior al de tener que pagar por el alquiler de una habitación donde estaba el house-kipper, que siempre te estaba vigilando.
La ocupación de viviendas vacías, el Ayuntamiento de distrito, lo toleraba, tenían que construir viviendas sociales en Mansfield road, en el lado que daba al sur del parque de Amstead, todo el barrio estaba afectado. Pero como los planes iban para largo se juntó toda una colonia de gente proveniente de los lugares más insospechados del mundo ; canadienses, americanos escapados del Vietnam, irlandeses, holandeses, brasileños ... Pep P. el compañero de Montse M., encontraron una casa para ocupar y me invitaron a ir.
Al barrio lo llamaban el global village, estaba situado al lado de la round house, el giratorio de los trenes. El mismo round house se había reutilizado para centro cultural, teatro, danza y conciertos. Había un restaurante - cafetería que lo llevaban a unos andaluces que hacían spaguetis y otros fast-food, con quién colaboré una temporadita después de la cantina del Post Office. En el global village había gente de todos los oficios y profesiones, músicos, escritores, fotógrafos, estudiantes...
Con un grupo de brasileños formabamos una banda de capoeira, la lucha-danza que provenía de Angola, que llegó al Brasil con los esclavos que la practicaban. Me entrené con ellos y aprendí a tocar, un poco, el berimbau, el instrumento de una sola cuerda con un sonido hipnótico, parecido a un cítar. Con el grupo participamos ya entrada la primavera en un festival, que en la época lo nombraban "The other festival" en la ciudad de Bath, en Gales. Muy culto y in. El festival, duraba toda una semana y en todas las plazas de la ciudad había actuaciones de todo tipo, musicales, folk, del mundo y nosotros estábamos allí para eso. Aquella época llevábamos el pelo muy largo y con cintas en la cabeza, por el frente. Estábamos atléticos por el entrenamiento del capoeira. Estabamos en forma !
Al terminar el verano nos vimos con Víctor y a Sebas, que ellos días se encontraban en Barcelona... En septiembre cuando estoy a punto de marcharme y retornar a Londres, cuando ya tenía el billete y me disponía a tomar el avión, Montes me vino a encontrar y me pidió pasar a Sancho por la ruta del hospital. Al Lado de Puigcerdá. Estábamos en la Cerdanya, cerca de la frontera de madrugada, había alquilado un coche en Barcelona. Nos esperábamos que se hiciera de día al lado de un camino escondidos en un prado, para poder pasar al lado francés. Cruzamos el paso sin problemas, no había nadie en el sitio habitual de guardia. Sancho iba preparado. Pasamos por el Vall del Conflent y enfilamos después hacia Toulouse, y una vez allí, nos despedimos, Sancho fue a sus cosas y yo continuaba viaje hasta París, donde dejé el coche en la casa de alquiler. Desde Paris salgo en dirección a Londres. Me habían compensado por el hecho de pasar la frontera clandestinamente.
Me encuentro nuevamente en Londres y me dan 6 meses más de residencia. Londres había cambiado, la gente que conocía, los habituales, se había marchado a Amsterdam y los otros cada uno a sus cosas, me quedé hasta noviembre.
Vuelvo a Barcelona, me instalo en la Calle Hospital en una especie de comuna de estudiantes de arquitectura donde residen los dibujantes que después formarían el equipo de Makoki, Juanito M. dibujaba para una editorial de cómics de la calle Mandri. Cierto tiempo después desembarcan "los bongueros del diablo" como los nombró Juanito. El capitao, el Néstor P., el daba clase en instituto del Teatro, de Capoeira, Regina y “a bougrinha” y el gordo, Geraldo B, hijo de un terrateniente de Bahia, eran la “troupe”...
En el un estudio de danza de de Anna M. , también se impartian cursos uno o dos días por semana y uno de los alumnos era Francesc G. Allí se incorporó Montse M que ya había estado con nosotros en Londres. De toda la movida se hizo una actuación en el salón de la infancia con el nombre de bando banda ...
Después de las fiestas de Navidad la “troupe” volvieron la mayoría hacia Brasil.
En aquellos momentos me puse a trabajar en una empresa de servicios domiciliarios, Àngel, en moto, de noche, repartía encargos y por la tarde llevaba hielo en cubos a clubs de alterne ... En aquella época en primavera coincidí con Sebas que se movía con un R-8 de color azul, matrícula CR, creo, junto con un compañero que me presentó como al "metge". Quedamos en una cita para otro día y fuimos los tres juntos al cine en el Arcadia. Después ya no nos volvimos a ver más.
La segunda quincena de septiembre fui a una casa en Alp con mi compañera de la época, Rosa A. La coincidencia es que aquellos días ha tenido lugar cerca de allí la expropiación de Bellver. Ni ellos sabían de nosotros ni nosotros de ellos.
El día que ejecutaron Salvador, estaba con Pedrals, que me lo hizo saber. Yo era estudiante de diseño en la escuela Elisava y el lunes paramos todas las clases, por la tarde nos reunimos todos en el "hall" de la escuela, el director leyó un manifiesto que habíamos elaborado, rechazando el acto criminal que había perpetrado la dictadura franquista.
El día que Oriol se escapó de Segovia, yo estaba en Perpinyà y al oír la noticia por la radio, de la fuga, y que bubo tiroteo, en aquel instante sin que lo dijeran que había un difunto, supe que era él.
[1] CHE-CHO : Los CHECHO eran los Comités de Huelga Estudiantiles y los Comités de Huelga Obreros, dos frentes de los “mao-espontaneistas” del PCR. Fueron los que asaltaron el rectorado de la UB en el año 1969. [2] Vietnamita : impresora casera con la que se impriman octavillas, hojas clandestinas [3] Diccionario del militante obrero. Toulouse, 1970
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